Grupo de investigación de Crítica Arquitectónica ARKRIT / dpa / etsam / upm

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Sobre ARKRIT

El Grupo de Investigación ARKRIT se dedica al desarrollo de la crítica arquitectónica entendida como fundamento metodológico del proyecto. El ejercicio crítico constituye el principal gestor de la acción proyectual hasta el punto de que puede llegar a identificarse crítica con proyecto.
Si se considera que el objeto de la crítica no es el juicio de valor sino el estudio de las condiciones propias de cada obra, en relación a otras obras de arquitectura, en relación a otros campos del conocimiento y en relación a otras posibles teorías alternativas, podemos obtener de ella una imagen final flexible y abierta que permita tanto su comprensión veraz como la apertura a nuevos caminos en el curso de la arquitectura.
El Grupo de Investigación ARKRIT se constituyó en 2008 bajo la dirección del catedrático de Proyectos Arquitectónicos D. Antonio Miranda Regojo-Borges y, además de proyectos de investigación, entre las actividades del grupo se encuentra la dirección de tesis doctorales, así como una participación activa en el máster de Proyectos Arquitectónicos Avanzados (MPAA) desde el Laboratorio y el Taller de Crítica y coordinando numerosos Trabajos Fin de Máster.

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ARKRIT - GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE CRÍTICA ARQUITECTÓNICA

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21 julio, 2016

Etiquetado en Golpe de Estado, madrid, Resistencia,

UN RECUERDO: OCHENTA AÑOS DESPUÉS

Antonio Miranda

Como dos caras opuestas, sinérgicas y simétricas de la misma dictadura financiera, el fascismo nos prohíbe decir lo que se piensa, tanto como el liberalismo nos impide pensar lo que se dice. Así, aunque con distintas formas, el fascismo –la forma violenta del capitalismo- coincide siempre con su hermano gemelo, el liberalismo -la forma, en apariencia, menos violenta del capitalismo- en el ataque sistemático contra el logos o saber común, que decía Heráclito.

Por las calles la sangre de los niños corría, simplemente como sangre de niños. Venid a ver correr la sangre de los niños.

Con semejantes palabras, Pablo Neruda sigue clamando al cielo del mundo, desde aquellos días de 1936 en que tras el Primer Golpe de Estado, los golpistas  iniciaron la masacre artillera sobre Madrid. Porque debe recordarse que fue a Franco a quien le cupo el tétrico honor de haber sido el pionero de la historia europea en bombardear masivamente a la indefensa población civil. Pasados ochenta años, aún no se nos ha permitido erradicar del Planeta la más sucia, zafia, cobarde e innoble de entre todas las acciones humanas.

Franco -ayudado por la omisión y complicidad de las potencias occidentales- y con la ayuda de Mussolini y de Hitler, pudo hacer el trabajo sucio al capitalismo internacional. Contra la inteligencia universal, los Amos ordenaron a Franco –un simple y obsecuente capataz- que bombardeara selectivamente Madrid. Por ello, en Noviembre del treinta y seis, la barbarie clerical-fascista utilizó diversos tipos de proyectiles –incluidos los incendiarios-  contra la Academia de San Fer­nando, la Biblioteca Nacional y el Museo del Prado.

También, aquellos mismos Amos pusieron tanto primor y precisión en que se destruyeran los barrios populares (ocho mil edificios alcanzados en sólo un año) como buen cuidado en evitar que ningún proyectil alcanzara las zonas ocupadas por las clases altas parasitarias.

El Comité de Re­forma, Reconstrucción y Saneamiento, estableció con eficacia la protección de ciertos monumentos de la ciudad. Para confirmar el axioma de Croce –nulla esthetica sine ethica- baste recordar, como simple ejemplo, que la obra del sistema defensivo realizada por la Comisión para la Fuente de Cibeles, resultó ser mucho más interesante y valiosa, como escultura, que la propia fuente. La muy futbolística Cibeles, ese símbolo metropolitano -pero tan modernista y antimoderno como rancio y kitsch– aún sigue representando a una ciudad cuya dignidad estética municipal, nunca más, al parecer, ha vuelto a estar a la altura intelectual y moral que en aquellos años, de nobleza política frente a la metralla, alcanzó.

El muy arquitectónico Comité de Re­forma, Reconstrucción y Saneamiento, iniciado por el arquitecto y ministro Bernardo Giner de los Ríos tuvo como presidente a Julián Besteiro y como secretario al también arquitecto García Mercadal. El Comité de emergencia, además de las labores de salvamento, evacuación y descombro, tuvo por misión benéfica la consolidación y apeo de los edificios afectados, la defensa contra epidemias y la construcción de nuevas instalaciones civiles (mercados, clínicas, casas de baños, etc.) así como el mantenimiento de los servicios de agua y electricidad. De no menor importancia entre sus trabajos resultó la redacción del Plan Regional. Este, junto con el Proyecto Zuazo de 1929 -que defendía, como única solu­ción, la socialización del suelo- sería tras la guerra civil el guión oculto del Plan Bi­dagor que, a su vez, instaba a terminar con la especulación del suelo, una lacra, se creía por entonces, en vías de extinción.

Madrid sitiada. Aun así Madrid no claudicará. No se rendirá. Por ello, sería entonces, y justamente, llamada Capital del Mundo. Madrid nunca dejó de asumir el noble y apasionado lema ¡Más vale morir de pie que vivir de rodillas!. La dignidad por encima de una abyecta supervivencia. Ved la gran pancarta cruzando la Gran Vía de acera a acera: No Pasarán; otro gran grito universal en el que se fundieron tres virtudes civiles que, si viven disociadas, no tienen mayor valor: el coraje, la generosidad y la inteligencia.

Un Segundo Golpe de Estado, contra la República y desde dentro, “acaba” con la resistencia madrileña. Madrid hubo de ser traicionada porque, debe repetirse, nunca fue rendida. Su poético Ángel de la Guarda –quizá el Ángel de la Historia- fue muchas ve­ces el 5º Regimiento. Ante aquella ilustre resistencia, ante aquella sinergia entre la triada clásica (Verdad, Bondad, Belleza), ante el alto ejemplo de Madrid en el mundo, a nadie extrañarán las represalias de los usurpadores. Tras la “derrota republicana”, la dictadura consideró -en los primeros Consejos de Ministros, y a instancias de varios de sus miembros encabezados por Serrano Suñer- la propuesta de arrebatar a Madrid la capitalidad, para trasladarla a Sevilla. Al fin prevaleció la pragmática oportunista -sin cambiar la sintaxis- sobre la semántica simbólica del escarmiento.

Cibeles protegida

Estructura para proteger a la fuente de la Cibeles construida por el Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento.

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