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Sobre ARKRIT
Dónde estamos
Espacio Público
Public Space

Director
Rafael Pina Lupiáñez
Co-Director
Silvia Colmenares Vilata
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La arquitectura es, ante todo, un hecho cultural y, sobre todo, civilizatorio; y la cultura es, primordial y exclusivamente, un hecho social. La infraestructura espacial que posibilita el intercambio y la comunicación no es otra cosa que la ciudad, cuyo rasgo distintivo más relevante es la existencia del espacio público: No hay ciudad si no hay espacio público.
La idea de espacio público como opuesto al espacio privado constituye una simplificación teórica excesiva, que no distingue suficientemente todos los matices que quedan establecidos en la realidad. El estatuto de orden jurídico que hace referencia al régimen de propiedad es claro e inapelable: la distinción entre lo que se entiende por propiedad pública y propiedad privada no parece dejar lugar para la duda. Sin embargo, el sistema mediante el cual se establece el régimen de uso del espacio es, con frecuencia, ambiguo, sutil y poco explícito, hasta el punto de que el paradigma de lo público haya llegado hoy a ser la manifestación más conspicua de la propiedad privada: el centro comercial.
El espacio público es, ante todo, el espacio de la comunicación y de la libertad, pero también es el espacio del poder, del rito y de la representación. Habermas lo define como un lugar de libre acceso en condiciones de igualdad. Para Koolhaas es el espacio de la acción y la comunicación, aunque de función inespecífica.
La ciudad y el espacio público constituyen un patrimonio de toda la humanidad que los cambios de los modos de vida y los intereses económicos han colocado en una posición de peligro. La desaparición progresiva del pequeño comercio, la especialización por zonas de nuestras ciudades, o la creciente tendencia a la privatización, están llevando a que apenas quede lugar –en sentido literal- para lo auténticamente público. El resultado de este proceso es que se produce una deriva hacia la ambigüedad en la calificación y el uso del espacio público, hasta confundirse con lo que debería entenderse simplemente como espacio libre, es decir, aquel espacio de vocación pública pero que está falto de la presión de vida urbana necesaria para que pueda mantenerse. Se corresponde así con el simple vacío existente entre la edificación pero desprovisto de las calidades físicas y ambientales propias de un espacio para la ciudadanía.
Desde ARKRIT se promueve el estudio y la reflexión acerca de nuevas formas de entendimiento y uso del Espacio Público, con vistas a la elaboración de propuestas tendentes a su activación y revitalización. La ciudad contemporánea será más ciudad cuanto mayor sea la calidad de ese patrimonio, en cierto modo, intangible que constituye su espacio público.
Architecture is first of all a cultural fact and, above all, a civilizing one; and culture is, mostly and exclusively, a social fact. The spatial infrastructure that allows communication and exchange is nothing else but the city, whose most relevant feature is the existence of public space: There is no city if there is not public space.
The idea of public space as opposed to the private is a theoretical oversimplification, which does not register the nuances that are founded within reality. The legal status that refers to ownership is clear and unappealable: the distinction between what is understood as public and private property leaves no doubt. However, the system with which its use is regulated is frequently ambiguous, subtle and less explicit, to the point that today the paradigm of the public has come to be identified with the more conspicuous manifestation of the private property: the shopping mall.
Public space is mostly the place for communication and freedom, but it is also the place of power, rite and representation. Habermas defines it as an open access place in egalitarian conditions. For Koolhaas it is the place for action and communication, although with an unspecified function.
The city and the public space are part of the human heritage that has come to a dangerous position by means of economic interests and lifestyle changes. The progressive disappearance of small trade, the zoning of our cities or the growing privatization trend, are leading to a situation where there is no room left – literally – for what is authentically public. As a result, the description of public space is more and more ambiguous, fading into what should simply be called ‘outdoor space’, namely, that space which has a public vocation but lacks the conditions of urban life that are necessary for its maintenance. It corresponds to the sheer void between buildings without the minimum requirements for urban and civil life.
From ARKRIT we promote the study of new ways of understanding and using the public space in order to set up proposals for its activation. The contemporary city will be more ‘city’ the higher the quality of this, sometimes intangible, legacy which constitutes the public space.