Grupo de investigación de Crítica Arquitectónica ARKRIT / dpa / etsam / upm

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Sobre ARKRIT

El Grupo de Investigación ARKRIT se dedica al desarrollo de la crítica arquitectónica entendida como fundamento metodológico del proyecto. El ejercicio crítico constituye el principal gestor de la acción proyectual hasta el punto de que puede llegar a identificarse crítica con proyecto.
Si se considera que el objeto de la crítica no es el juicio de valor sino el estudio de las condiciones propias de cada obra, en relación a otras obras de arquitectura, en relación a otros campos del conocimiento y en relación a otras posibles teorías alternativas, podemos obtener de ella una imagen final flexible y abierta que permita tanto su comprensión veraz como la apertura a nuevos caminos en el curso de la arquitectura.
El Grupo de Investigación ARKRIT se constituyó en 2008 bajo la dirección del catedrático de Proyectos Arquitectónicos D. Antonio Miranda Regojo-Borges y, además de proyectos de investigación, entre las actividades del grupo se encuentra la dirección de tesis doctorales, así como una participación activa en el máster de Proyectos Arquitectónicos Avanzados (MPAA) desde el Laboratorio y el Taller de Crítica y coordinando numerosos Trabajos Fin de Máster.

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ARKRIT - GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE CRÍTICA ARQUITECTÓNICA

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16 abril, 2015

Etiquetado en Cultura, Poética,

LA POÉTICA EN LA OBRA MATERIAL DE CRUZ NOVILLO

Antonio Miranda

Hace más de 200 años, G.E. Lessing con su tesis Laocoonte realiza el mayor descubrimiento en la historia de la estética: la escisión, la ruptura definitiva entre Artes (cosa espacial) y Poéticas (cosa temporal). Aunque ya Goethe –a regañadientes- hubo de reconocer el hallazgo trascendental, la estética burguesa ha ignorado sistemáticamente a Lessing. Pese al silencio ante la Gran Fractura, la profecía de Lessing no ha podido ser ocultada, sepultada. Cuando él separó las artes plásticas o espaciales (pintura, escultura, fotografía etc.) de las poéticas temporales (música, arquitectura, cine, etc.) anticipó el carácter central del espacio-tiempo en las vanguardias del siglo XX.

Rota la jaula académica, artística y clásico-romántica, la vanguardia, de origen goyesco y constructivo, alcanzó el estatus estructural de la música (A. Schoenberg, A. Webern, A. Berg). Así comienza la arquitectura auténtica, la arquitectura moderna, la arquitectura sin forma previa, la arquitectura espacio temporal. La verdad estadística como una variante o caso particular de la verdad dialéctica, dialógica y anti relativista se convierte en objetividad crítica ampliada. En consecuencia, el khorismos revolucionario e ilustrado de Lessing, aún en el siglo XXI, sigue siendo ignorado, arrumbado, silenciado. No produce plusvalía sino verdad en marcha: Lessing desmitificó para siempre el poder hipnótico, encantado, alienante, ideológico o espectacular de las más deficientes y falsas mercancías artísticas.

Los productos poéticos no lubrican tan eficazmente el mercadeo como las creaciones artísticas. Por ejemplo, la dialéctica Cantidad / Calidad anula ciertos mitos pequeño burgueses y románticos: “el genio creador”, la “originalidad de lo único”, “la belleza de lo grato” etc., mitos para los que la cantidad de calidad de la verdad genuina de una obra no tiene mayor importancia. Lo importante es “la vida” del genio. Contra similar metafísica “vitalista” o criptonazi de los filósofos artistas –y desde la vanguardia poética y el exilio- B. Brecht escribe: La verdad es concreta. También contra el idealismo, la verdad hipocrática nos recuerda que: El veneno está en la dosis. Si es inconcreto y no puedo medirlo es porque es erróneo, irreal (R. Feynman). Si no puedo dibujarlo -declara Einstein-, es que no lo he entendido. Desde hace  más de 500 años el matemático uzbeko Al-Khorim nombra el concepto de algoritmo. Se trata de la fórmula, también geométrica, que contiene a todas las formas (variaciones) de una misma estructura y que permite medir y dibujar lo inmenso. (Véase, entre otras, la obra excepcional y excelente de Cruz Novillo Diagrama dodecafónico nº 14, cuyo desarrollo inmortal muestra las formas y sonidos que lo definen y constituyen.)

En el primer decenio del siglo XX se ponen las bases de la gran Física Moderna, actual, contemporánea: un salto del saber panhumano según el cual la física clásica se convierte en un caso particular de la nueva física en la nueva geometría no euclidiana.

En el segundo decenio es la gran pintura la que de un modo similar abandona tanto el formalismo clásico, romántico y modernista como el formulismo académico, para inaugurar ese “cambio de paradigma” que rompe con el plasticismo puramente espacial del pasado. Las Bellas Artes -que para la estética burguesa deben ser pura inspiración cualitativa y selecta de las esotéricas musas– son superadas definitivamente por poéticas y vanguardias que, por el contrario, tienen su más noble sustrato científico en lo cuantitativo de las materias y las masas.

Existen fundadas razones para considerar el Cubismo y el Constructivismo como dos formas del mismo salto definitivo hacia esta nueva perspectiva, no artística sino poética. Ahora, la pintura, por ejemplo, podrá al fin equipararse a la Música. Quien otorga ese nivel de excelencia a Cubismo y Constructivismo es -además de su mutua sinergia- su mutuo pretexto y substrato ético, estético y epistémico, es decir: científico. El nuevo episteme descubre, explica y constituye esa gran revolución mental. (Véase en la obra de Cruz Novillo el ojo como extensión material del cerebro: la cantidad encefálica ha evolucionado y se ha convertido en cualidad visual.)

Las artes –culturales- deslumbran con sus variedades. Las poéticas –civilizadoras- iluminan con sus variaciones. El algoritmo es variación, núcleo de una vanguardia resistente que -porque es siempre moderna- permite sobrevivir a la Modernidad en el siglo XXI. Podríamos volver al gran físico R. Feynman: vanguardia científica es empirismo: si no responde a los experimentos, es errónea; será una falsa vanguardia. Así entendemos que la belleza moderna es solo verdad, y que por eso mismo es tan escasa. Según el baremo Kursk, para conocer obras valiosas 1) Excelentes, 2) Importantes, o 3) Interesantes, tendremos que acercarnos a las obras poéticas, es decir de vanguardia y modernidad. En ellas los sintagmas principales son necesidad, valor de uso, CIVILIZACIÓN única, humanidad única, algoritmo musical, etc.

Escribe Marx que los humanos, más que Naturaleza (espacio), tienen Historia (tiempo). La ciencia nos recuerda a diario que la Naturaleza es otro mito cultural: ya no existe salvo en pequeños trozos del planeta. Las 100.000 CULTURAS que ensordecen el planeta son madres de las malas artes de Bambilandia: costumbres, tradiciones, folclores, festivales, toros y fallas, creencias,  libertad neoliberal, valor de cambio, CULTURAS, creadores geniales, inspiraciones instintivas etc. son una parte de los sintagmas atribuibles a las rancias Bellas Artes postmodernas, modernistas o antimodernas. La inmensa mayoría de esas obras sometidas a los seis grados del Baremo Kursk no superan los tres grados inferiores. Porque verificadas con el rigor de su propia disciplina son 4) Mediocres, 5) Insignificantes o 6) Indecentes.

En las caducas y monárquicas academias -taradas por los intereses de la clase y el peso de la tradición enmohecida- los ideólogos a sueldo y los cronistas de casino tejen a diario el mito de la “creatividad artística”. En contra, la poética es construcción condensada por la precisión de espacio-tiempo. Poética es construcción de cronotopos precisos, localizados y condensados (Einstein, Picasso, Bajtin). La poética nos inmuniza frente al bluf neoliberal o postmoderno y nos ofrece un territorio más seguro: la geometría que unifica música y arquitectura. Así, para no confundir necesitamos distinguir: aquí no opinamos porque tampoco hacemos crítica de arte.

Cruz Novillo con sus algoritmos construye civitas, civilidad, ciudad de TODOS los seres humanos: ciudad poética, porque también ciudad significa condensación, la misma palabra con la que -desde la lengua de Lessing- traducimos poesía. En efecto: El orden deliberado de lo construido exige abstracción (M. Aguiló). Y Orden significa triple Resistencia Moderna a la entropía (natural), al equilibrio (clásico) y a la demencia (romántica): resistencia como otra forma de construcción. Cruz Novillo con su continuo progreso –figuración, geometría, abstracción- puede esquivar el Pop plebeyo y las culturas nacionales gracias a una geometría internacional que civiliza, que no cede ante la estilización estilística (nacionalista) que exigen los mercados multinacionales.

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