Grupo de investigación de Crítica Arquitectónica ARKRIT / dpa / etsam / upm

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Sobre ARKRIT

El Grupo de Investigación ARKRIT se dedica al desarrollo de la crítica arquitectónica entendida como fundamento metodológico del proyecto. El ejercicio crítico constituye el principal gestor de la acción proyectual hasta el punto de que puede llegar a identificarse crítica con proyecto.
Si se considera que el objeto de la crítica no es el juicio de valor sino el estudio de las condiciones propias de cada obra, en relación a otras obras de arquitectura, en relación a otros campos del conocimiento y en relación a otras posibles teorías alternativas, podemos obtener de ella una imagen final flexible y abierta que permita tanto su comprensión veraz como la apertura a nuevos caminos en el curso de la arquitectura.
El Grupo de Investigación ARKRIT se constituyó en 2008 bajo la dirección del catedrático de Proyectos Arquitectónicos D. Antonio Miranda Regojo-Borges y, además de proyectos de investigación, entre las actividades del grupo se encuentra la dirección de tesis doctorales, así como una participación activa en el máster de Proyectos Arquitectónicos Avanzados (MPAA) desde el Laboratorio y el Taller de Crítica y coordinando numerosos Trabajos Fin de Máster.

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ARKRIT - GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE CRÍTICA ARQUITECTÓNICA

Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
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19 octubre, 2017

FLORENCIAS DIVERSAS y MUSEOS MODERNIZADOS. [1/2]

Kosme de Barañano

Lo mismo que hay un Madrid de los austrias y un Madrid de los borbones para los historicistas, o para los taxistas un Madrid de los bulevares, de los puentes y de las rondas, también hay varias Florencias.  Podemos considerar las Florencias  de los diversos Medicis (la de Cosme el Viejo o la de Cosme el Granduque), o las Florencias de  los diversos barrios (Novali, Carregi, etc.), o la Florencia del valle y las Florencias recostadas en la montaña (que son dos: la de via de Montenari  y la de Fiesole, enfrentada a san Miniato).

Florencia ha acometido en los últimos 15 años muchos proyectos urbanos de gran calidad que han pasado desapercibidos para la crítica, pero que han resultado muy útiles para el ciudadano que paga sus impuestos. Por ejemplo: la remodelación urbana de la zona industrial en Novoli, en desuso (allí estaban los talleres de la Fiat), de acuerdo con el plan estratégico de Leon Krier  que  trae aquí el Polo Universitario delle Science Sociali,  o la remodelación del barrio de Careggi donde se instala el gran Hospital Universitario, o la remodelación de las áreas cercanas al aeropuerto donde se instala el nuevo Palazzo de Giustizia.

El plan de Krier transforma Novoli con las Facultades de Economía, Derecho, Ciencias Políticas, así como la Biblioteca de la Universidad de Florencia. Se desarrolla una nueva avenida de la universidad a lo largo de la cual están los edificios de rectorado, de aulas y la investigación, el centro de estudiantes y las secretarías forma, hasta llegar a la Biblioteca como una “torre libraria”.

KRIER

Fig 1. Area Fiat, Novoli, Leon Krier. 1993

En Careggi la “puerta de entrada” al campus del Hospital Universitario de Careggi en Florencia, el hospital más grande de toda la Toscana, se parece a una gran plaza cubierta de la tradición urbana de logias de Florencia. La plaza peatonal, con el gran techo soportado por delgadas columnas de acero y el vestíbulo, totalmente de vidrio, constituyen el corazón del complejo sanitario y representan la superación del hospital como un lugar cerrado, casi hostil, para convertir una puerta de entrada en la  representación e imagen de un lugar de encuentros humanos, de loggia.  Un lugar de acogida, limpio, abierto y recogido a la vez, como lo fue el Ospedale degli Innocenti de Brunelleschi a principios del XV en la plaza de la Annunciata.

Ceraggi

Fig 2. Nueva entrada del Hospital de Careggi, Florencia, Ipostudio. 2011

No es casualidad que los arquitectos de este Hospital, el grupo Ipostudio, fundado en 1984 en Florencia, sean los que han acometido la rehabilitación del edificio de Brunellechi, y que el arquitecto de la Universidad, Adolfo Natalini, sea el que ha reformado el Museo della Opera del Duomo.

Del nuevo tercer edificio citado, el Palagiustizia di Firenze, dedicado en el 2015 al jurista florentino Piero Calamandrei, uno de los padres fundadores de la Repubblica Italiana, proyectado por Leonardo Ricci, hablaré al final.

Después del traslado de este Palacio de Justicia a Novoli, el complejo ha vuelto a ser propiedad de la ciudad. El conjunto de plaza  San Firenze, es uno de los raros ejemplos de estilo barroco en el centro de Florencia. La iglesia de San Fiorenzo o San Firenze fue un antiguo lugar de culto Florencia, esquina Borgo dei Greci. Se encuentra a tres minutos andando por la parte de atrás del Palazzo Vecchio. En 1640 se les concede a los discípulos de San Filippo Neri (1515-1595), canonizado en 1620, esta iglesia con sus terrenos. Estos frailes construyen el complejo de convento iglesia, convento y oratorio. El oratorio fue una especie de auditorio para la música sagrada de acuerdo con los preceptos de San Filippo Neri, al que le gustaba hacer pequeños interludios cantados, lo que hacía más agradable la lectura del Evangelio y, por lo tanto, el encuentro con Dios, cantando a veces sus propios sonetos. Fue la principal ocupación de estos religiosos, y por ello se les conoce  habitualmente como “oratoriani”. En Roma l’Oratorio dei Filippini es una obra de Francesco Borromini  (llevada a cabo entre 1637-1667) junto a la iglesia Santa María en la Vallicella,  llamada Chiesa Nuova. Este Oratorio se convirtió en un laboratorio musical porque los himnos fueron transformados de monofónicos a varias voces con acompañamiento de un instrumento musical.   Filippo Neri fue una persona popular y entre sus amistades estaban Ignacio de Loyola, Carlo Borromeo, Giovanni Leonardi, Camillo de Lellis, o su amigo Felice da Cantalice.

En Florencia, la capilla a la derecha del complejo, utilizada hasta hace poco como  sala de audiencias (en el fresco del techo de la asunción de la Virgen por Giuliano Traballesi, 1775), está rodeada por los rectángulos en exedras con el apoyo de columnas jónicas elegantes y sirvió de  cantorie, es decir, de coro, dado que los padres Filippini, como he señalado, se dedicaron especialmente al canto de laudi. Ahora se ha convertido esta antigua Audiencia en una disputa extraña. Se ha entregado al Centro Internationale delle arte e dello spettacolo, de la Fondazione Zefirelli para 29 años unos 3.600 metros cuadrados del “pianterreno” donde estaba el Tribunal. Asimismo se le ha dado la concesión  de la Sala della Musica durante 120 días al año. El cineasta, ya en declive, Franco Zefirelli recibió en 31 de mayo de 2013 el fiorino  d’oro de manos del entonces alcalde Mateo Renzi. Y ahora esta concesión que para mucha gente del arte y de la música es ilegal y absurda.

Pero no voy a hablar de esta posible reforma de la Audiencia, ahora en manos privadas. Me voy a detener en otras dos instituciones, privadas desde su origen, que han dado muestra de perfecta organización y sentido de la responsabilidad pública y social. En el mundo actual muchas veces grandes realizaciones, por su sencillez, pasan desapercibidas o bañadas en un silencio crítico. En las dos entregas de este texto voy a señalar dos en el territorio de la museística italiana, aquí en Florencia: el nuevo Istituto Ospedale degli Innocenti (de la que me ocupo en esta primera entrega) y el nuevo Museo dell’Opera del Duomo (que abordaré en una próxima segunda parte).

Istituto degl’ Innocenti.

La arquitectura y el diseño museístico del Istituto degl’Innocenti es del grupo de arquitectos llamado Ipostudio, autores también del nuevo Hospital Careggi, ganadores de una competición internacional celebrada en 2008, que ha conseguido presentar un museo que es a la vez historia social e historia de la arquitectura. Se ha inaugurado en junio del 2016 y ha costado 13 millones de euros. El Isttituto es una empresa pública dedicada a la asistencia a la infancia (de acogida y de educación) y al patrimonio histórico.  En 1419 l’Arte della Seta, el gremio de los comerciantes de este producto, gracias a un legado de mil florines (la moneda que dio prestigio a la ciudad) del banquero Francesco Datini Prato, encargó al arquitecto Filippo Brunelleschi diseñar y construir un lugar de acogida y cuidado de los niños abandonados. El Hospital (Ospedale, Spedale en su primer escrito) de los Inocentes (“nocentini”, eran llamados estos niños abandonados) es el primer orfanato en Europa. Fue inaugurado en 1445, el 5 de febrero de ese año una gettatella (gitanilla), a la que se le dio el nombre de Agata Esmeralda, hizo entrada en el hospital como primera niña acogida.

La primera arquitectura renacentista, una de las obras más importantes y significativas del Quattrocento, quizá el más alto símbolo de esa civilización atenta a las obras de utilidad pública, respondió de una manera moderna al problema de la salud, de la atención y de la educación de los niños abandonados, fue iniciada por Brunelleschi y continuada por Francesco Della Luna. Este primer instituto de acogida de los huérfanos con una arquitectura que abre una época se ha convertido en una exposición histórica y artística monumental a lo largo de seiscientos años de ininterrumpida actividad con más 500.000 niños en seis siglos que han crecido aquí. 

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Fig 3. Hospital de Inocentes, Florencia, Filippo Brunleschi. 1445

Gracias a dos nuevos accesos abiertos en piazza Santissima Annunziata y a la ejecución de  conexiones verticales entre pisos, el museo abre nuevas zonas a los visitantes y nuevos servicios a la ciudad: la Bottega de los chicos con sus talleres artísticos para niños y familias, exposiciones, un punto de acogida para los residentes y los turistas que desean visitar Florencia, conferencias y actividades de formación, una librería orientada a los niños y una cafetería. Dos puertas de bronce, de accionamiento mecánico, invitan a entrar en el edificio y resuelven el problema del acceso de los diferentes grupos de usuarios.

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Fig 4. Acceso al Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

Ipostudio reunifica de una manera racional y equilibrada todas las funciones y  todos espacios dentro de la institución. Es un innovador proyecto de restauración y remodelación: edificio histórico multifuncional convertido en edificio operativo que respeta la profunda relación entre la historia de la institución, patrimonio arquitectónico, la obra de Brunelleschi, el patrimonio de archivos, histórico, artístico y todas sus actividades, la recogida de las diferentes funciones en un solo cuerpo: el nuevo Museo Ospedale degli Innocenti, que presenta 4.900 metros cuadrados de exposición, eventos temporales y actividades educativas en tres niveles.

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Fig 5. Archivo en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

Al comenzar el itinerario del museo uno se encuentra con un archivo convertido en una especie de altar semicircular de abedul con 140 vitrinas que exponen como ex votos los pequeños objetos de identificación de los inocentes niños abandonados (medallones, monedas, anillos, broches, estampas, pequeñas cruces,  rosarios de cristal, botones, trozos de tela, etc.) pequeños símbolos del hecho de que no se trataba “de un verdadero abandono sino de enviarte a un destino mejor”. Comienza así un camino de descubrimiento de las historias del lugar (museo permanente), de acuerdo con una sucesión cronológica que, además de las obras, las historias, encuentra un momento de fuerte recogimiento e intensidad alrededor de esta sala de reconocimiento de signos.

En las salas hay una continuidad de material entre el pavimento y las contraparedes, ambos con acabado de resina de cemento, mientras que las bóvedas bajas de este sótano, pintadas con témpera a base de cal blanco, parecen por ello más amplias y más elevadas de lo que realmente son. Hay muchos puntos de vista excepcionales entre los senderos de este viaje por la historia de la orfandad, de los inocentes, en este nuevo Hospital-Museo.

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Fig 6. Salas en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

En el siglo XV el hospital registraba “los objetos que a los niños abandonados llevaban encima, sus posibles marcas o testimonios de identificación, el nombre de la familia a la que  se les daba para amamantar y a la que después se les confiaba”. Por esta razón se decidió ya en el siglo XV de la inversión en las enfermeras, que está lejos de ser inusual para su época; es la única tradición que se ha mantenido intacta a través del tiempo. En los siglos XVI y XVII se desarrolla la atención sobre el tema de la educación, que en el siglo XIX se extiende también a las mujeres, en el XIX se proponen las primeras vacunas y se funda la primera escuela de obstetricia. La infancia  como momento de centralidad en la formación del ser humano. Es un espacio multidisciplinar colocado en el pulcherrimum aedificium diseñado por Brunelleschi, que cuenta la historia de la institución desde el siglo XV hasta la actualidad.

Ipostudio recupera un espacio no utilizado y poco conocido casi a nivel del sótano y, finalmente, un nuevo sistema de escaleras y ascensor, que sirve a 5 niveles, para permitir el acceso a todas las plantas del edificio. La escalera muy singular es una estructura de acero pintado de blanco (recubierta en el interior de piedra de Matraia). Este elemento de conexión vertical, que comunica todos los niveles del edificio y permite el acceso a las zonas inaccesibles de otro modo, se convierte en una especie de espiga, como guía de conexión entre seiscientos años de mutaciones continuas.

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Fig 7. Comunicaciones en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

La iluminación presenta dos sistemas: una iluminación ambiental para lavar las paredes y las bóvedas, y un sistema de iluminación específica, calibrado para cada trabajo, dejando el ambiente que rodea con una luz tenue. Este segundo sistema incluye leds alojados en una sección cuadrada de barras de acero que constituye el elemento de distancia para el espectador, de protección con respecto a las obras y que se integra dentro de la implantación de una seguridad con control remoto y un timbre suave y no molesto como es tradicional.

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Fig 8. Salas abovedadas en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

En el tercer piso, en la galería, se encuentra la sala de exposiciones de verdad, la Pinacoteca, un lugar que por forma y por destino concluye el relato museológico. Esta galería recualifica la colección de cuadros del Hospital reforzando la relación visual que se establece a través de la serie de ventanas. El proyecto, que interpreta el espacio de la galería asimétrica, ofrece un diseño lineal, que coloca las obras a lo largo de una pared desplegada como columna vertebral como las páginas de un libro abierto. Entre las decenas de obras hay piezas de Della Robbia, Giottino, Botticelli, Ghirlandaio, Bartolini. Los putti de Andrea della Robbia, un símbolo del Instituto de los Inocentes, desinstalados de la fachada, se ven aquí en todo su esplendor. La lectura de la historia a través de pinturas y esculturas acompaña a los visitantes hasta la sala de Ghirlandaio.

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Fig 9. Salas expositivas en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

En el último piso gracias a un nuevo volumen de vidrio, redescubre y devuelve a la ciudad una gran logia, llamada Verone, destinada ahora a café y que fue una loggia usada para tender la ropa y para juego de los niños. El Verone ha recuperado su apertura panorámica original en ambos lados por lo que es una vista espectacular de la ciudad y uno de sus símbolos: la cúpula de Brunelleschi. El acceso a este magnífico lugar es desde un porche adyacente, a través de un camino caracterizado por un suelo de madera que se extiende a toda la logia. Los muchos cambios que se suman a cada edificio producen una positiva sensación de capas que son el testimonio y el alcance de su continua evolución,  de su vitalidad y de su historia.

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Fig 10. Planta superior en el Museo de los Inocentes, Florencia, Ipostudio. 2012-14

Un museo que tiene en su centro, tanto las obras maestras – Ghirlandaio, Botticelli, Della Robbia – como los signos de reconocimiento de experiencias humanas. El equipo de arquitectos Ipostudio ha sabido contextualizar las obras de arte en la evolución histórica con el tema de la propia historia  arquitectónica como un elemento esencial de la función de recepción, de museo. El Instituto encarna el sentido mismo del Renacimiento: un hogar para huérfanos es poner al niño (al ser humano) en el centro, esto es en el Humanismo del Renacimiento cultural.  Ipostudio ha respetado el legado de Brunelleschi, como lo ha hecho en su Hospital Universitario años antes, en cuanto arquitectura esencial, racional y ligera.

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