
20 noviembre, 2019
Dos notas de gratitud a la obra de nuestros amigos
En una reunión de amigos que celebraban el 90 cumpleaños de Antonio Vázquez de Castro se leyeron estas breves notas de reconocimiento y gratitud sinceros:
Perdonadme esta breve intromisión crítica, en nombre de la noble triada Verdad, Bondad y Belleza. Esa compacta triada pudo hermanar para siempre a muy grandes maestros de la Modernidad tales como Sócrates, Platón, Vitruvio, Sto. Tomas de Aquino, Keats, Picasso y Joyce.
Nota 1.- Debemos agradecer la obra de Vázquez / Íñiguez porque en el siglo XX no se contaminó de la venenosa basura postmoderna que por entonces tuvimos que sufrir. A pesar del franquismo ambiental allí no hubo frontones, ni chapiteles, ni arquerías, ni balaustres, ni ventanas o huecos enmarcados. Pensemos en tantos maestros de la Modernidad que -como Oiza o Stirling- no supieron resistir los cantos de sirena y las redes del infame Postmodern, ese esteticismo repulsivo propio del capitalismo neoliberal, genocida y ecocida.
Gramsci -desde las cárceles de Mussolini- escribió sobre este asunto de redes ideológicas, ironizando también sobre la patafisica de Nietzsche. Gramsci escribió así: En efecto existe un tipo de eterno retorno, el eterno retorno de los intelectuales al redil. En cambio, la obra Vázquez / Íñiguez nunca se embadurnó con la moda falsaria de la antimodernidad y el kitsch. Véase por ejemplo, su obra magistral en las torres de cristal del Museo Reina Sofía.
Nota 2.- Si recordáis al Tafuri de aquella época y su confusionismo crónico, no habréis olvidado su famosa ocurrencia: “la arquitectura crítica”. Pues bien, Tafuri jamás ofreció un ejemplo creíble de tal arquitectura. La estética, aún hoy, sigue siendo la gran asignatura pendiente de muchos que se declaran marxistas. Y sin embargo nunca olvidaremos la verdadera arquitectura crítica en un proyecto de Vázquez. Esta fue: con el pretexto de las Colecciones Reales aquel museo -cuya estructura de andamio era a la vez superestructura- se montaba y envolvía totalmente la ominosa y franquista Catedral de la Almudena, ocultándola feliz y castamente para siempre.
Gracias también por ambas lecciones, y buenas tardes.